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viernes, 26 de septiembre de 2008

RECORDANDO A BELAUNDE


(Por César Hildebrandt*)No fui justo con Fernando Belaúnde Terry. No fuimos justos. No le perdonamos nada.Y ahora que la política peruana parece a veces un muladar es bueno recordar lo mejor del legado de Belaúnde: su probada honradez, su incapacidad para la rapiña.Belaúnde murió en un departamento de 50,000 dólares que, años atrás, había comprado Violeta Correa, la compañera de toda la vida.Belaúnde había vendido su casa de Inca Rípac, en Jesús María, y había hecho lo mismo con su departamento playero en la playa La Honda. Parte de ese dinero se lo había ido gastando en pequeños gustos y con lo que quedó -más la ayuda de algunos populistas- había accedido a un departamento mesocrático, amoblado sin ninguna demasía.Pero pasada su segunda presidencia, más que octogenario, vendió esa última propiedad, obtuvo por ella 90,000 dólares y repartió ese dinero entre sus tres hijos. Sabía que la muerte lo había empezado a rondar.Por esos años, Violeta había recibido una escueta herencia. Con ese dinero –unos 50,000 dólares- compró el piso donde ambos vivirían lo que les quedaba de vida y donde ella se moriría –porque la muerte siempre es una traición- antes que Belaúnde.Dicen que Belaúnde jamás pensó que sobreviviría a quien había sido la mujer que lo sacó de la pena y lo liberó de la sonrisita limeña. Dicen que quedó devastado y que miró la muerte como un modo de reunirse con Violeta. En el entierro de su mujer, el arreglo floral que le dedicó tenía encima una tarjeta sencilla con una sola frase escrita con caracteres de anuncio: “¡Espérame!”De Belaúnde se puede decir que no hizo esto y que omitió aquello, que permitió la proximidad de los PPK y las mañas de Ulloa y las representaciones de Rodríguez Pastor. Se puede decir también que “la conquista del Perú por los peruanos” sonaba a campanario antiguo y a tautología de bandera. Y hasta puede decirse que con Belaúnde el arte de cerrar los ojos a la realidad adquirió ribetes de tragicomedia. Le sucedió cuando llamó abigeos a los guerrilleros de los 60 y cuando reincidió en algún adjetivo bandoleril en el momento en que Sendero asomó su sangrienta pezuña.Pero también habría que decir –y no se dijo a tiempo, no lo supimos decir a tiempo- que Belaúnde reivindicó la serenidad del centro, la naturalidad del justo medio, el pragmatismo tranquilo del sentido común. Porque este hombre de modales pensados y hablares de lavanda jamás fue tentado por ningún extremo. La mesura fue su gran pasión.Y lo más importante: Belaúnde no tocó un centavo del tesoro público, no se hizo rico en la presidencia de la República, no se ensució en contabilidades invisibles ni firmó declaraciones juradas plagadas de mentiras.Y hoy que la política peruana consagra la impunidad y azuza el saqueo -desde los pollos de un pobre diablo llamado Anaya hasta los negocios de aguas servidas próximos a consumarse en lo de Taboada-, hoy es preciso decirle a los jóvenes que la política de este país supo también de gente decente que llegó al poder sin dinero y salió del poder sin dinero. Sin dinero pero con honor. Y es bueno que lo escriba un periodista que fue implacable con Fernando Belaúnde. Un periodista que hoy extraña a rabiar esa perseverancia en el decoro que hoy agiganta su figura.(*) Publicado en el Diario "La Primera", el domingo 21 de septiembre de 2008.

martes, 16 de septiembre de 2008

PARTICIPACION EN EL PARO 9 DE JULIO


la Base de villa el salvador, participo en el paro del 9 de julio, en solidaridad con las organizaciones gremiales y de base; en respuesta al alza de los productos de primera necesidad, como tambien el alza del costo de vida, siendo los que menos tienen los mas perjudicados asimismo exigiendo al gobierno no vender gas a chile. por ser un recurso natural que necesitaremos como reserva para el consumo interno.
De esta manera accion popular reafirma "El peru como doctrina" y asume su posicion NACIONALISTA Y REVOLUCIONARIO. luchando en las calles junto al pueblo

QUINCENA DE VALORES


Cada 23 de setiembre se recuerda el nacimiento de Valentín Paniagua, y cada 7 de octubre se conmemora el natalicio de Fernando Belaunde, dos democráticos Presidentes de la República del Perú caracterizados por su práctica de valores tales como la honestidad, la veracidad, la laboriosidad, la hermandad, entre otros, muy amantes de la cultura de su país.Es por eso que cada año, entre el 23 de setiembre y el 7 de octubre, se celebra la "Quincena de los Valores".